Por D. Antonio Bueno Flores
UN ÁNGEL PASÓ POR CÁCERES
Resulta difícil aceptar que una persona tan entrañable, que desprendía una luz que iluminaba las vidas de las personas con las que trataba, se haya marchado para dejarnos una gran pesadumbre. Porque no lo esperábamos, más bien al contrario creíamos que lo superaría; que con su firmeza y entereza salvaría el escollo que se le había presentado. La última vez que hablé con ella para preguntarle cómo aguantaba la “quimio” la estuve animando, porque en estos casos, el estado de ánimo es un factor que contribuye a la recuperación. Pero se torció esa recuperación y le vinieron mal dadas. Hoy le hemos dicho adiós, aunque aún seguimos pensando que no es verdad, que todo ha sido un mal sueño.
Estoy hablando de Elisa, que nos atendía amablemente en la Agencia de Viajes ATELIER. Siempre con la sonrisa puesta en la cara y con una paciencia infinita para ir disipando las dudas que le planteábamos sus clientes y amigos. Porque algunos somos muy “castañas”. Era una muestra de su preclara inteligencia, porque siempre encontraba el mejor camino para que nuestros deseos se cumplieran. Por supuesto que no vamos a olvidarla porque ha sido un ejemplo para todos de cómo hay que actuar en la vida, sembrando amor y alegría, con esa dulzura que la caracterizaba. Ese recuerdo, la mantendrá viva en los corazones de su familia y de todos los que tuvimos la suerte de conocerla.