Asociación de Amigos del Centro de Cirugía de Mínima Invasión “Jesús Usón”
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Feb 13

Viaje Cultural a Salamanca

Don Antonio Bueno nos describe los viajes a Salamanca.

«VIAJES A SALAMANCA

Ascemi ha organizado los días 4 y 11 de febrero, dos viajes a Salamanca.
El autobús se llenó el mismo el día siguiente de anunciarse el viaje sin que se hubieran enterado muchos de los socios. Como todos tienen el mismo derecho a poder viajar, organizamos un segundo viaje para el día 11. Los dos se han llenado y han quedado algunos socios en lista de espera.
La verdad es que estamos sorprendidos por el inusitado interés por la Antropología que se ha despertado en nuestros socios. Posiblemente el destino, Salamanca, tiene un gran atractivo aunque sólo sea por pasear por sus calles, tomar un café en un bar de la Plaza Mayor, comprar dulces allí mismo y pasarlo bien con los colegas. Quizás esto último ha sido lo que ha movido a un éxito tan apabullante. O quizás que hemos salido de la pandemia con un el deseo desatado de viajar, de aprovechar el tiempo, porque no sabemos lo que nos espera escondido en el calendario.
Salimos puntuales (un 10 para los viajeros) de Rodríguez de Ledesma, como siempre, y paramos en Aldeanueva del Camino en la estación de Servicio Ambroz. En el segundo viaje, también paramos allí a la vuelta. Y en ambos casos llegamos a las 12 de la mañana, puntuales para ver la exposición. Íbamos invitados por la magnífica profesora, nuestra amiga Belén Bañas que ha sido la comisaria de la exposición y quien la ha montado con un acierto didáctico y un gusto exquisito. Tuvimos el privilegio de que nos acompañara en el primer viaje y nos la mostrara.

EXPOSICIÓN: LOS UNIVERSALES CULTURALES. Cazadores recolectores en el siglo XXI
El objetivo de esta exposición era homenajear al profesor Francisco Giner Abati, que fue quien nos la mostró en el segundo viaje, que, desde los años 90 se ha dedicado a coleccionar y estudiar objetos de diferentes culturas de África, Asia y Oceanía, principalmente de los cazadores recolectores. Muchos de ellos se los regalaron por sus servicios desinteresados como médico especializado en enfermedades tropicales. Así consiguió reunir unos 2.000 objetos algunos de los cuales forman esta exposición. Sus estudios dieron origen a una serie de Televisión Española
que se tituló : “Los últimos indígenas”. Lo que demuestran estos objetos es que el ser humano tiene puntos
coincidentes en la conformación de su existencia, aunque los lugares en que viven estén geográficamente muy alejados unos de otros. Ese es el motivo por el cual esta exposición se denomina “Los universales
culturales”.
En definitiva, los universales culturales con los elementos de la cultura, la sociedad, el lenguaje, el comportamiento y la mentalidad que compartimos casi todas las sociedades humanas. La cultura viene a ser la solución que aportamos a los problemas diarios a que nos enfrentamos.
No solamente hay que entenderlo en el sentido restringido, cuando decimos que es muy culto una persona que ha leído mucho y tiene amplios conocimientos de una o varias materias.
Hubo un tiempo en que todas las culturas dependían de la caza y la búsqueda de alimentos para sobrevivir. Por ello se le da especial importancia en la exposición. Pero también se muestra la violencia y la guerra, su universo mítico y los objetos de ocio y de expansión, adornos, juegos, la música. Y se complementa la explicación con videos
documentales, que podéis ver al final del recorrido. COSMOGONÍA es como se llama la idea que cada pueblo tiene de la creación del orbe.
Tras la exposición, fuimos a comer el primer día al Mesón Casa Paco, donde estuvimos separados en dos salas y nos encontramos con la sorpresa de que en vez de paella, de primer plato nos pusieron el típico “Calderillo de Béjar”(carne con patatas cocidas). No procedía, aunque estaba bueno, porque el segundo eran chuletas a la brasa ¡con patatas fritas! Fueron muy amables pero resultó incómodo para la sorpresa que venía a continuación, la tuna de Medicina (que se equivocó y se fueron a Casa Paca)…en fin que con el acuerdo de todos, el segundo viaje cambiamos de restaurante y nos quedamos en el Colegio del Arzobispo Fonseca, donde nos atendieron muy bien y la tuna gozó de un espacio privilegiado como fue el claustro renacentista. Su actuación fue un poco más larga que la vez anterior, pero igual de animada puesto que bailamos y cantamos ¡a tope! En los viajes de Ascemi, nos gusta siempre incluir
alguna sorpresita. ¡Porque si no, serían como los demás viajes de otros!.

A continuación tuvimos tiempo libre que algunos aprovechamos para recorrer los principales monumentos, paseando por estas encantadoras calles, con las guías que habíamos elaborado el vocal de Viajes, Manuel
Polo y yo mismo. El plano fue innecesario puesto que nadie se perdió. Aunque nunca sale todo tan perfecto que merezca un 10, podemos decir que hemos superado de forma notable las experiencias con el beneplácito de los socios.

Y como siempre, salvo alguna protesta, disonante con el ambiente general, lo mejor ha sido el comportamiento de los viajeros, personas educadas y respetuosas, solidarias con quien lo necesita y que animan a los nuevos socios a seguir participando, no solo en los viajes sino en todas las actividades que organizamos.

Antonio Bueno.»

Poema de Antonio Machado leído por el autor del relato anterior como complemento a esta visita y el poema inédito escrito por D. Vicente Ródríguez Lázaro para conmemorar este viaje cultural

POEMA A SALAMANCA

Alto soto de torres /que al ponerse

tras las encinas que el celaje esmaltan/

dora a los rayos de su lumbre/ el padre

Sol de Castilla;/

bosque de piedras/ que arrancó la historia/

a las entrañas de la tierra madre,//

remanso de quietud,/ yo te bendigo,/

¡mi Salamanca!/

Miras a un lado/, allende el Tormes lento/,

de las encinas el follaje pardo/

cual el follaje de tu piedra/, inmoble,/

denso/ y perenne/.

Y de otro lado/, por la calva Armuña,/

ondea el trigo,/ cual tu piedra,/ de oro,//

y entre los surcos/ al morir la tarde/

duerme el sosiego./

Duerme el sosiego/, la esperanza duerme

de otras cosechas y otras dulces tardes,//

las horas al correr/ sobre la tierra/

dejan su rastro/.

Al pie de tus sillares/, Salamanca,/

de las cosechas del pensar tranquilo/

que/ año tras año/ maduró en tus aulas,/

duerme el recuerdo/.

Y termina diciendo:

Del corazón/ en las honduras guardo/

tu alma robusta/; cuando yo me muera/

guarda,/ dorada Salamanca mía,

tú / mi recuerdo.

Y cuando el sol /al acostarse/ encienda

el oro secular que te recama,/

con tu lenguaje,/ de lo eterno heraldo,/

di tú /que he sido.

Miguel de Unamuno

EL ARCÓN DEL PLATERESCO

(SALAMANCA)

Besa el Tormes los pies

de la ciudad monumental.

Sigue la urbe sus pasos

con ropajes de lujo armonioso:

Las dos Catedrales,

con sus retablos imponentes.

La Clerecía, inmensa y soberbia.

La Universidad, con su fachada

del plateresco más renombrado.

Calles repletas de palacios

extendidos al abrigo de los templos.

Plaza Mayor, de perfiles artísticos

y armonía inigualable.

Un escritor trazado en bronce

contemplando en el Novelty

el ajetreo bullicioso de la Plaza.

Estudiantes con libros bajo el brazo

paseando sus requiebros y tensiones

en cada crepúsculo lujoso

que baña los ilustres edificios.

Una ciudad diseñada y esculpida

para el esfuerzo insistente

del futuro licenciado,

para el despliegue de imaginación

necesario y persistente

adosado al estudio y al trabajo.

Une urbe enjoyada

y dispuesta a recibir

al viajero con la pátina lujosa

de su historia

abrazando el espíritu

de quienes la habitan

cuando recorren sus vías

de sucesos embrujados.

Besa el Tormes el rostro

de la ciudad dormida

en las noches calmadas

guardando en su cauce

el hechizo envolvente

que genera su estampa.

Vicente Rodríguez Lázaro.

               

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